March 2020 was a date that for many photographers involved enclosing the freedom of their environment in four walls, and the club of instant photography that feeds us had to transform as well. During the months of the pandemics, many of us created, some have sold their equipment, some have not been able to come back to create in the same way, and others have decided to go around the world of their minds to transform its images into fantastic situations.
Lynda Grine is secretly a scientific researcher based in Ghent (Belgium), but she has been working with the instant format since 2006 navigating its layers, veils, and ghosts.
The beginnings of her career were marked to describe her most fragile feelings, and little by little they became a visual diary to present cities, passengers around her, their obscure faces, shooting the almost hidden camera to portray the most intimate routine. Since March 2020, her photography has radically changed to investigate her and her own world, and where Lynda has become more and more the protagonist of her own images.
Hidden among the photos of Lynda there are many Haikus inspired by female poets of the ancient court in Japan, not to be missed if you like visual poetry mixed with powerful images full of messages.
Marzo de 2020 fue una fecha que para muchos fotógrafos implicó encerrar la libertad de su medio en cuatro paredes, y este club de la fotografía instantánea que nos alimenta vivió lo suyo. Muchos hemos creado durante esos meses, otros han vendido sus equipos, otros no han podido volver a crear de la misma forma, y en cambio otros, han decidido darle la vuelta al mundo que vivían en sus mentes para transformar imágenes en situaciones fantásticas.
Lynda Grine es secretamente investigadora científica radicada en Ghent (Bélgica), pero trabaja con el formato instantáneo desde 2006 navegando en sus capas, velos y fantasmas.
Sus inicios fueron marcados para describir sus sentimientos mas frágiles, y poco a poco se convirtieron en un diario visual para presentar sus ciudades, los pasajeros de su entorno, sus caras ocultas, disparando la cámara casi escondida para retratar la rutina mas íntima. Desde marzo de 2020 su fotografía ha cambiado radicalmente para indagar en ella y en su mundo, y en el que Lynda se ha ido convirtiendo cada vez mas en protagonista de sus propias imágenes.
Escondidas entre sus fotos hay muchos Haikus inspirados en mujeres poetas de la corte antigua en Japón, imperdible si os gusta la poesía visual mezclada con potentes imágenes llenas de mensaje.