Anđela Nikolić is a Serbian photographer and an architect. One can find her often strolling around the cities and mountains with a Polaroid camera.

What thrills me the most when shooting with Polaroid is the philosophy of the process. I could search of a favourite spot and light for days, only to take one photo. Still, the most precious photos are the ones that don’t turn out the way I planned – those lucky mistakes are priceless.

Frame by frame, Anđela started appreciating all the flaws, mistakes, imperfections of Belgrade, as they appear as true piece of art in that square frame.

To Anđela, Belgrade is a place where the ruins left from bombs become monuments, monuments from golden ages become forgotten and nostalgia for good old days is alive more than ever. 

Today Anđela presents her vision of Belgrade to us – the city changes every day, and the only thing that is sure, the new secret place waits right around the corner for you to discover its shining lights.

Anđela Nikolić es una fotógrafa serbia y arquitecta. Uno puede encontrarla a menudo paseando por las ciudades y montañas con una cámara Polaroid.
Lo que más me emociona al disparar con Polaroid es la filosofía del proceso. Pude buscar un lugar y una luz favoritos durante días, solo para tomar una foto. Sin embargo, las fotos más preciosas son las que no salen como lo había planeado, esos errores afortunados no tienen precio.
Encuadre por encuadre, Anđela comenzó a apreciar todos los defectos, errores e imperfecciones de Belgrado, ya que aparecen como una verdadera obra de arte en ese marco cuadrado.
Para Anđela, Belgrado es un lugar donde las ruinas que quedan de las bombas se convierten en monumentos, los monumentos de las edades de oro se olvidan y la nostalgia de los viejos tiempos está más viva que nunca.
Hoy, Anđela nos presenta su visión de Belgrado: la ciudad que cambia todos los días, y lo único seguro es que un nuevo lugar secreto nos espera a la vuelta de la esquina para que descubramos sus brillantes luces.