Louis Little is a promising young photographer currently based in London. He purchased his first Polaroid Camera back in 2014. He loved the 80’s design and instantly fell in love with it. While he was experimenting with film, often his shots “failed” due to overexposure, too much light, too cold weather – all the typical archenemies of the Polaroid film, we only know too well.
However Louis realized that these shots inspire him deeply with their imperfection, mixed colors, that slightly soft focus. Since then Louis experimented even more – he tried to toast his Polaroids, “pop-tart Polaroids” as he called them. The heat from the toaster distorted the primary layer of the film. After that he tried submerging the photos into water, which gave incredible results! (and his flatmates thinking he’s gone completely mad)
Since then Louis had been largely taken away with this technique – he would leave the shots in the water for as long as a few months, achieving incredible results – the emulsion would completely crack, the colors would become beautifully exaggerated, with bright blue, deep reds, muted greys and dark blacks. The frames of the photos would still be intact which rounded the results off perfectly. In artist’s words: “I almost hope for failures because if they’re too good you just want to hold onto them!”
Louis Little es un fotógrafo joven y prometedor e instalado en Londres. Compró su primera cámara Polaroid en el 2014, fruto de su amor por el diseño de los años 80 y al instante se enamoró de ella. Mientras que experimentaba con la película, a menudo sus disparos tendían a “fracasar” debido a la sobreexposición, o mucha luz, temperaturas heladas – todos los típicos enemigos de la película Polaroid, ya lo sabemos nosotros muy bien.
Sin embargo Louis dio cuenta de que estos disparos le inspiraban profundamente con su imperfección, sus colores mezclados, ese enfoque ligeramente suave. Desde entonces Louis comenzó a experimentar aún más – comenzó a tostar sus Polaroids, “pop-tart Polaroids”, como él los llama. El calor de la tostadora distorsiona la capa primaria de la película. Después de eso, intentó sumergir las fotos en agua, ¡lo que dio resultados increíbles! (Y sus compañeros de piso comenzaron a pensar que se había vuelto completamente loco)
Desde entonces Louis ha tomado como suya en gran medida esta técnica – llegando a dejar sumergidas sus imágenes en agua en algunos casos hasta varios meses, logrando efectos increíbles – la emulsión se rompe por completo, los colores salen exageradamente preciosos, con azul brillante, profundos rojos, grises neutros y negros muy oscuros. Los marcos de las fotos después aún estarían intactos, lo que que redondea los resultados a la perfección. En palabras del artista: “A veces espero con ansias a los fallos, ¡si son demasiado buenos solo quieres aferrarte a ellos!”