Con sus casas de piedra gris, su arquitectura medieval y su multitud de callejones, la ciudad de Edimburgo parece no haber sufrido el paso del tiempo. Pasear por sus calles nos transporta a medio camino entre la locura de Trainspotting y el universo fantástico de Harry Potter en un ambiente mágico y auténtico.

En invierno, las frías temperaturas contrastan con el calor de los hogares. El vaho omnipresente en las ventanas de la ciudad invita a entrar y disfrutar del ambiente caluroso de cualquier café o bar para tomar algo con sus amigos.

La capital escocesa tiene todo de una ciudad fotogénica ; desde los colores de Victoria Street hasta las apacibles vistas desde lo alto de Calton Hill pasando por la majestuosidad de Royal Mile y los rincones de tranquilidad como Dean Village: la ciudad está llena de buenas sorpresas, entre otras una ciudad vieja y ciudad nueva nombrados patrimonio de la Humanidad por la Unesco e imponentes museos.

Pero lo mejor de Edimburgo es su ambiente. Hay gente en la calle constantemente, música en directo en los bares y siempre un buen motivo para ir a tomar una cerveza. Eso es Edimburgo: vida.




With its grey stone houses, its medieval architecture and its many “closes”, Edinburgh seems not to have suffered the passage of time. Strolling around teleports us halfway between the craziness of Trainspotting and the fantastic universe of Harry Potter in a magical and authentic atmosphere.

In winter, cold temperatures contrast with the heat of homes. The omnipresent mist on the city windows invites you to come in and enjoy the warm atmosphere of any coffee or bar having a drink with your friends.

Certainly, the Scottish capital is a photogenic city; from the colors of Victoria Street to the peaceful view from the top of Calton Hill in addition to the majesty of Royal Mile and corners of peace such as Dean Village, the city is full of good surprises, including an old town and a new town named heritage of Humanity by Unesco and imposing museums.

But the best of Edinburgh is its atmosphere: crowded streets, live music in the bars and always a good reason to meet friends and have a beer.

That’s Edinburgh: life.