If we could transform the dreamy notes of “Loveless” into snapshots, we would enter Rosalie’s atmospheric gallery.

Thanks to manipulations and interventions, it achieves unique textures, distorting reality to the limit, as if we were looking at the sea through a kaleidoscope. Bubbly shapes wrapped in pink and cyan immerse us in a soft illusion with experimental echoes.

The photographs evoke a melancholic, almost psychedelic atmosphere, with abstract effluvia in which the mind is lost imagining its own environment.

What is behind those acid flashes? Technique, passion, and experimentation.







Si pudiéramos transformar las oníricas notas del “Loveless” en instantáneas, nos adentraríamos en la atmosférica galería de Rosalie.

Gracias a las manipulaciones e intervenciones, consigue unas texturas únicas, distorsionando la realidad al límite, como si miráramos el mar a través de un caleidoscopio.  Formas burbujeantes envueltas en rosa y cian, nos sumergen en una ilusión suave con ecos experimentales.

Las fotografías evocan un ambiente melancólico, casi psicodélico, con efluvios abstractos en los que la mente se pierde imaginando un escenario propio.

¿Qué hay detrás de esos flashes de ácido? Técnica, pasión y experimentación.