It happens once in a while that we find photo portfolios that are like fantastic art museums, and the photographic archive of Pedro Uhart is one of those cases.

Pedro’s work (Concepción, Chile, 1938) is a journey through a narrative that he has been constructing and breaking down for many decades in a surreal world of color.

His murals are famous works of art, but today we approach that color management that characterizes one of his series in Polaroid photographs.

The instant, that concept that we use so much to describe th physical and chemical moment that results in the image, for Uhart is a language, a way to stop time and immobilize metaphors and their fleeting representation of the present reality in those sequences.

Pedro Uhart is undoubtedly one of the most important artists of the 20th century, tracing history from his stroke that dances on his characteristic colors, and the need for these to vibrate in his scene. His manipulated Polaroids are a clear reflection of a process of creation that convert mere instants into infinite galaxies of color.




Pasa de vez en cuando que encontramos portafolios fotográficos que son fantásticos museos de arte, y el archivo fotográfico de Pedro Uhart es uno de esos casos.


La obra de Pedro (Concepción, Chile. 1938), es un viaje a través de una narrativa que el lleva muchísimas décadas construyendo y desglosando en un mundo surreal de color.


Sus murales son famosas obras de arte, pero hoy acercamos ese manejo de color que lo caracteriza a una de sus series en fotografías Polaroid.


El instante, ese concepto que tanto usamos nosotros para describir ese momento físico y químico que da como resultado la imagen, para Uhart es un lenguaje, una forma de parar el tiempo e inmovilizar metáforas y su representación fugaz de la realidad presente en esas secuencias.


Pedro Uhart es sin lugar a dudas uno de los artistas más importantes del siglo XX, trazando historia desde su trazo que baila sobre sus característicos colores, y la necesidad de que estos vibren en su escena. Sus Polaroids manipuladas son un claro reflejo de un proceso de creación que convierten meros instantes en infinitas galaxias de color.